Friday, August 25, 2006

EROS Y TANATOS por EL KHAN ROJO


El Khan Rojo es un personaje místico surgido de las entrañas de una cafetería de la facultad de derecho. Su capacidad para volatilizarse y desaparecer la aprendió en un psiquiátrico guatemalteco famoso por sus cultivos de chile picante. Me manda una de esas historias que amplían el mundo superando la ficción de las películas y los libros:

La Policia china intenta acabar contra una moda que se populariza ese país: los funerales con strip tease, en los que el muerto es “honrado” por una performance a cargo de strippers.

Parece ser que las autoridades chinas se han decidido a actuar contra una costumbre bastante extendida a partir de los años ‘80 por todo el mundo asiático (en Taiwan ha habido funerales en los que el coche fúnebre era seguido por una carroza en la que señoritas bailaban al estilo Copacabana).

¿La motivación? Ya Freud habló de la tensión existente entre Eros y Tánatos, sin duda uno de los temas más entretenidos de su obra. Estudiosos de las liturgias asiátiacas llegan en su búsqueda hasta las esculturas de ciertos cementerios, cuyos genitales están exagerados en una demostración de poder destinada a ahuyentar a los malos espíritus, otros ven en estas actuaciones una manifestación de piedad filial, o simplemente una forma de conseguir una mayor afluencia de gente al funeral.

Hará unos cinco años salió un estudio que demostraba que el afán de libertad era genético, y casi inexistente en las razas asiáticas. Ellos tienen otros conceptos. Al fin y al cabo, poder, piedad y carisma son capacidades que entre occidentales sólo pueden ser ejercidas plenamente por un hombre libre, y entre orientales por un hombre con honor.

2 comments:

Javiwaka de Rodas said...

Me parece que el asunto, aunque se puede mirar de muchas formas, es simplemente el de atraer a la máxima gente posible al funeral, ya que, cuanta más gente, más honrado es el difunto. A partir de ahí vale todo, gente en bolas, palomitas, barra libre...La verdad es que no creo que tenga unos orígenes tan misteriosos como deja entrever Mr Khan. Más bien, pienso que todo esto deriva de una tradición mal asimilada

Javiwaka de Rodas said...

...pero tiene que tener su puntito