Coincidiendo con el decimoquinto día del primer mes del calendario lunar se pueden hacer muchas cosas. En Madrid iría a la ópera, pero si estuviera en Taiwan no dudaría en ir al festival de los farolillos.
Confieso que el canal VIAJAR me descubrió algo nuevo otra vez.
El primer festival de los farolillos se celebró hace más o menos 2000 años, durante la dinastía Han. Una de las leyendas cuenta que en palacio había una bella sirvienta. A todas ellas se les prohibía volver a ver a sus familias para vivir recluídas en palacio. Como es normal, la sirvienta echaba mucho de menos a su familia hasta que un ministro bondadoso convenció al emperador de que a menos que el día de su cumpleaños todo el mundo saliera de la ciudad para encender farolillos, el fuego del infierno arrasaría la ciudad al completo. De esta manera cada año la jóven pudo ver a su familia a las puertas de la muralla.
La segunda leyenda cuenta que durante las invasiones de los bárbaros en los pueblos de la zona, cerca de la ciudad de Tainan, los hombres mandaban fuera de la ciudad a los niños y mujeres para que mientras tanto ellos se pudieran enfrentar a los temidos invasores. Cuando el peligro pasaba, encendían los farolillos y los dejaban elevarse hacia el cielo como señal para su regreso.
Así que ya sabes, si andas por la zona ese día, verás miles de farolillos que se elevan por los aires llenos de luz con los deseos de los taiwaneses escritos con tinta...ni idea de qué hacen cuando vuelven a caer.
presioso!
1 comment:
qué lindas historias...
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