Francis Bacon es uno de esos artistas que te reconcilian con el arte contemporáneo. Sus cuadros son pesadillas, se quedan dando vueltas en la cabeza como un mal recuerdo. Por eso es grande, porque muestra nuestros miedos, nuestras debilidades, nuestro vacío. En sus obras Dios ha muerto y sin él somos animales atrapados en un mundo sin sentido. Estamos desnudos, enjaulados, expuestos.
Impresionante retrospectiva en la Tate Britain hasta el 4 de enero
1 comment:
yo cometí el error de ir un sábado...
mucha genteeee
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