Thursday, July 29, 2010

El que fue a Sevilla perdió su silla



Alguna vez os habéis preguntado de dónde viene el dicho "el que fue a Sevilla perdió su silla"? La historia es la siguiente, allá por el 1500, el Arzobispo de Sevilla D. Alonso I de Fonseca, consiguió que le dieran el obispado de Compostela a su sobrino, a pesar de las escasas luces de este último. Cuando lo mandó a Santiago a tomar posesión, las gentes de poder del lugar se dieron cuenta de las limitaciones del pobre muchacho y le dieron largas, de tal forma que acabó volviendo a Sevilla con las manos vacías.

Al ver lo sucedido, Don Alonso decidió tomar cartas en el asunto y se presentó en Compostela para reclamar el puesto para su sobrino. Cuando por fin lo consiguió y volvía exitoso a Sevilla se encontró con que su sobrino, que además de tonto era atrevido, le había suplantado en el Arzobispado y le recibía con la famosa frase de "quien se fue de Sevilla perdió su silla" (ahora más usada como "el que fue a sevilla perdío su silla"). Finalmente, Don Alonso expulsó a patadas a su sobrino que acabó en Santiago tomando posesión de su cargo de obispo

para más anécdotas sobre dichos podéis visitar el blog curistoria

4 comments:

dezk said...

fantástico! chascarrillos históricos!!! GOLOSINAS!!!

Unknown said...

esto me recuerda que siempre que cenamos juntos intentas robar mis croquetas o mis patatas

Javiwaka de Rodas said...

sí, esa es una variación gastronómica del dicho

Nítsuga Sotso Anibor said...

A mí me hacen mucha gracia los orígenes de "Yucatán" y "canguro" que, uno en maya y otro en aborígen, significan "no te entiendo", respuesta dadas a las preguntas inquisitivas de conquistadores españoles e ingleses, respectivamente.

También me gusta la de "irse por los cerros de Úbeda", pícara donde las haya.