Wednesday, December 13, 2006

El Maestro Charles Vane


Charles Vane es conocido en la historia de la piratería por sus muchas acciones notables, así como por ser el maestro de Jack Rackham, Calico. Debió de iniciar su carrera poco después de la Guerra de Sucesión española, pues en 1718 el gobernador de Bermuda declaró que Vane había colgado de la nariz a varios marineros ingleses, hasta que murieron. Otro marinero afirmó el mismo año que Vane había capturado el mercante en el que viajaba, siendo torturado para que revelase el lugar donde se había escondido la plata que transportaba. Según su testimonio, Vane le puso cerillas en los ojos y una pistola en la boca. Tal parece que Vane practicaba los procedimientos inquisitivos de los viejos filibusteros.
El 26 de junio de 1718 se encontraba en Nueva Providencia, cuando el nuevo gobernador de las Bahamas, Woodes Roggers, publicó el indulto real para quienes se presentasen a las autoridades y renunciasen a la piratería. Vane contempló asqueado la mansedumbre de algunos compañeros. Mandó soltar amarras, incendiar un buque que había apresado y largar velas para salir de Providencia por un canal desguarnecido. Una vez en el mar, continuó con la vida que siempre había llevado. Sus azañas fueron incontables. En Barbados abordó dos mercantes, uno de ellos de gran porte. Tras carenar su embarcación, fue a las islas del Viento, lugar en el cual apresó otro mercante español que iba a La Habana. Más tarde estuvo en la costa de North Caroline, asaltando toda clase de embarcaciones. Volvió a Curaçao y a tiempo de apoderarse de un gran bergantín que llegaba procedente de Guinea con 90 esclavos. Parte de sus tripulantes se le unieron, Rackham, entre otros.
Robert Johnston, gobernador de Charleston, se hartó de los latrocinios de Vane y mandó dos buques de guerra en su persecución, mientras este proseguía con su labor de capturar cuanto mercante francés, español e inglés se topaba en su camino. El 16 de diciembre de 1719 Vane se hallaba en Honduras y vio venir hacia él un buque de la armada real inglesa, el Pearl, mandado entonces por Charlie Rowling. El capitán pirata ordenó desplegar bandera negra y tocar zafarrancho de combate. Disparando los cañones tuvo el atrevimiento de aproximarse al navío inglés y lo abordó. El combate fue feroz y fue seguido de una espantosa carnicería de la tripulación. Finalmente remolcó la nave apresada hasta la isla de Guanaja, donde celebró una gran bacanal ridiculizando al monarca inglés. Sus días estaban contados. Poco después fue apresado en la misma costa hondureña por un buque de guerra mandado por el capitán Holford, un antiguo filibustero arrepentido. Vane fue llevado a Jamaica. Se le juzgó el 22 de marzo de 1720 y se le condenó a muerte. La sentencia se cumplió a la semana siguiente.

Fuente: Piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros, de Manuel Lucena Salmoral

1 comment:

Javiwaka de Rodas said...

qué manía con matar piratas, con lo simpáticos que son con su parche, su ron, su cofre del muerto...